jueves, mayo 28, 2009

Obra

Hace casi dos semanas que estoy con una obra en casa. Tal vez eso explique mi poca concentración para escribir en los últimos días. Mi productividad bajó más de lo habitual, pero creció mucho la producción de polvo y ruido. La sensación de tener a tres personas trabajando en casa, durante cinco horas, que también es mi lugar de laburo, me está resultando un tanto ciclotímica. Cuando veo que avanzan con algo, me dan ganas de felicitarlos, de abrazarlos y de darles aliento, para que sigan así. Pero cuando veo que se demoran un poco o cuando rompen un caño que no había que romper, me empiezo a poner un poco ansioso y me dan ganas de que se vayan, de una vez por todas. Como viene la cosa, hay para otra semanita más, así que deberé armarme de paciencia

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