Subimos el proyector a la terraza, analizamos en qué pared era mejor proyectar, no elegimos ninguna porque a todas les encontramos un defecto, probamos cómo quedaba la proyección en el contrafrente de un edificio que debe estar a unos 30 metros de casa. Se veía muy bien, así que proyectamos videítos y una película. Algunos vecinos se asomaban desde sus balcones y también veían. Me imagino que, desde algunos ángulos, también se debía ver desde la calle. El sonido lo amplificamos con un equipo. Algunos amigos trajeron algo de tomar, otros cayeron con pizzas, una trajo salchichitas para cuando vuelve a hacer hambre. La conexión a Internet anduvo bien un rato y después se ortivó, pero mucho no me importó, nunca había estado en un cine tan grande ni tan estrellado
En esta velada tan linda conocí este video que me pareció increíble
lunes, febrero 09, 2009
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