miércoles, julio 30, 2008

Invadido

No puedo dejar de sentirme invadido cada vez que veo un edificio en construcción en mi barrio. No me gusta que tiren abajo casas antiguas para reemplazarlas por edificios con garage, pileta y seguridad privada. Sé que es un razonamiento medio cabezón, pero no puedo evitar desearle el mal a esos edificios

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí me pasa lo mismo, estar acá en Mendoza y empezar a mirar tanto para arriba me pone mal. Se me están escapando los recuerdos que me traen las esquinas viejas, las casonas tradicionales y las esquinas baldías.

Si pudiera volver allí, ay, si pudiera.
Si ya no reconozco ni el barrio, lo devoró la hormigonera.