sábado, enero 14, 2006

Una espera dulce

Los días previos a irse de vacaciones es la mejor sala de espera a la que se puede ingresar. Las vacaciones son el momento más ansiado del año (sólo le compite el cumpleaños, en el caso de aquellos que nos gusta festejarlo) y a medida que se acercan todo va tomando un color más alegre

Los problemas laborales, los amigos que nos rompen las bolas, los familiares densos, los vecinos ruidosos, todos van desapareciendo del mapa mágicamente y aparecen dudas mucho más sanas: ¿Cuántas remeras me llevo? ¿Necesitaré Off? ¿Se me llenará de spam la cuenta de Hotmail? ¿Le dejo las llaves a alguien? ¿Qué hago con el blog?

Me voy de vacaciones hoy a la noche y no tengo respuesta para las preguntas que aparece en el párrafo anterior. Dejé varias cosas hechas para Bien Ahí que un amigo se encargará de ir subiendo. Es como la programación de verano de la tele, pero para el blog. No saco el sistema de dejar mensajes, así que dejen lo que quieran así leo a la vuelta y lo respondo (o no). ¡Nos vemos a la vuelta!

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